Anís - verde y las estrellas

El ANÍS, una hierba aromática ...

... que todos nos hemos topado algún día con ella. Ya sería por una manzanilla con Anís siendo niño cuando te dolió la barriguita, o lo mismo de adulto, pero en forma de "Sol-y-Sombra", o así a secas, o con un cubito de hielo. Los Asturianos lo añaden a unos crepes deliciosos, los Frixuelos, y los Alemanes sobre todo en la repostería navideña.

Los Grandes Chefs incorporan unas pocas estrellas de Anís en los fondos bases, los fumets, durante la elaboración para redondear el sabor; y en diferentes culturas, sobre todo pero no exclusivamente orientales, se quema en los botafumeiros o similares recipientes de incensario para el sahumerio. Se usa como de incienso se tratara, principalmente para perfumar el ambiente.

Existen variedades del Anís, aunque los más conocidos deberían ser el Anís verde y el Anís estrellado. El uso de ambos ya es muy corriente en las cocinas mundiales y en la destilería; y en caso de las bebidas espirituosas sobre todo en los países mediterráneos. Francia (Pastis y Pernod), Grecia (Ouzo), España (Anís del Mono, Túnel), Turquía (Raki), La Suiza (Absinth, "Grüne Fee", "La fée verte", "El hada verde"), Italia (Sambuca), por nombrar algunos.

Hoy en día también existen Anisées o Anisettes sin alcohol, como el Siegfried Wonderleaf de la famosa destilería Laverstoke Mill (Bombay Sapphire) en el sur de Inglaterra, o el Anise Cantanis de la marca Marque Repère, Francia.

Para dar este característico sabor, en Europa se emplea principalmente la planta Pimpinella anisum (nombre dado por Carl von Linné, un botánico sueco), más bien conocida como Anís (verde o tradicional) o Matalahúva. Corresponde a la familia de los Apiaceae, como el apio o la Cicuta; última nombrada se usó para envenenar a Sócrates. Su alto contenido de coniína (un alcaloide neurotóxico) ingerido en dosis pequeñas de menos de 0,2 gramos puede causar un colapso respiratorio, y ergo la muerte a muy corto plazo.

Por cierto, la coniína tiene ciertas similitudes con la nicotina, como la estructura básica química y las principales propiedades farmacológicas. Su alta toxicidad es comparable con el efecto mortal del curare, el veneno que se emplea para la caza en distintas regiones de Sur-América, Oceanía, África o Asia por los pueblos indígenas. Unos pocos gramos de frutos verdes, o un elixir obtenido de ellos, bastarán para el enlace fatal de un humano.

La ingestión de la Cicuta, de cualquier forma o preparación, provoca problemas digestivos, mareos, nauseas y dolores agudos de cabeza, igualmente esta sensación de hormigueo y ardor debajo de la piel (parestesia), o partes se quedan "dormidos". Estas reacciones, por lo general, empiezan al instante, lo más que tarda es alrededor de ½ hora. Sigue con espasmos musculares, un descenso de la temperatura corporal, convulsiones, afecta el funcionamiento motórico de los músculos, por subsiguiente altera la respiración y termina con la muerte por asfixia, si no se obtiene enseguida asistencia médica con un respirador artificial.

Principalmente son accidentes casuales, por confundirse fácilmente las hojas de la Cicuta con unas muy similares, como las del perejil, de la zanahoria y del propio Anís verde.

Volviendo a los anises & familia más bien inofensivos.

Siempre hay que tener en la mente que todas las hierbas, aromáticas o no, saludables o no tanto, pero efectivas en sus dosis adecuadas según el propósito dado, principalmente han sido descubiertas - tanto del uso, como del efecto que conlleva o provoca - por alquimistas y curanderos de hace miles de años, y más hacia nuestra época por médicos, la ciencia, las farmacéuticas, ...

Y hay que añadir que toda la ingestión incontrolada y/o desproporcionada, y lo más sana que se supone que sea una hierba al día de hoy, tiene sus efectos adversos o efectos secundarios no deseados al iniciar y/o aplicar tratamiento alguno, voluntario o impuesto.

El Anís no es una excepción. En altas dosis el Anís verde podría conllevar síntomas más leves hasta agudos como náuseas, vómitos, reacciones alérgicas, pero también impactos más graves sobre la salud como convulsiones y espasmos musculares hasta parálisis muscular, un efecto que describí hace un momento en relación con la Cicuta.

El Anís estrellado, tampoco es recomendable pasarse de su consumo. Igualmente puede provocar (y más que solo casualmente o excepcionalmente!) convulsiones, problemas gastrointestinales, daños neurológicos, espasmos y temblores, nistagmo (es el movimiento incontrolable de los ojos, más bien conocido de personas que se excedieron con el consumo de bebidas alcohólicas fuera del marco coherente, normal y responsable).

Para el consumo humano y en dosis reducidas, responsables y coherentes existen tres especies de la familia de los Anises.

El Anís de Estrella, o Anís estrellado, o Anís chino.
El Anís verde, Pimpinella aromática, Matalahúva, y más que media docena de nombres más, usados comúnmente según región.
Anís de Florencia, más bien conocido como hinojo.

En común tienen todos sus efectos favorables al aparato digestivo, principalmente por la presencia del aceite anetol (o aceite del anís), un éter aromático, que - como ya indica su definición - tiene un efecto analgésico, que alivia los dolores a personas con cuadros clínicos como el Reúma. Tienen un ligero sabor dulzón, con un toque de regaliz.

Contienen, entre otras vitaminas y minerales, las Vitaminas A, B y C, flavinoides (que son pigmentos naturales que protegen de impactos ambientales sobre los cuerpos, como la polución, los rayos ultravioletas, otras sustancias químicas que contiene la propia planta o el cuerpo), zinc, calcio, cobre, fósforo, magnesio, hierro, potasio, ...

Todos los Anises han sido usados (y siguen siéndolo) en la medicina tradicional de nuestros antepasados, desde hace milenios, y en la medicina natural y medicina alternativa al día de hoy. Así, ya se sabía sobre su efecto diurético; analgésico; antimicrobiano; expectorante, que define el alivio que genera en caso de problemas respiratorias como la tos o la gripe.

La planta de Anís de más calidad y ergo que más beneficios para la salud aporta es el Anís chino, hoy en día procedente de China y de Vietnam. El Anís verde y el Anís de Florencia son propios del Oriente Próximo y de los países mediterráneos.

❗Pero ojo! Ojísimo! Súper-ojo!

Cuidado con administrar a bebés y niños (hasta avanzada edad!) preparados con Anís de cualquier tipo. Esto incluye las mamás durante el tiempo de lactancia! Lo que parecía haber sido buena intención, y con todo el amor de una madre o un padre, podría acabar mal en un hospital!

Aquí unas notas clínicas de un caso de intoxicación de un bebé de 4 meses con una bebida casera de Anís estrellado y verde. Para no asustarse: salió bien el bebé de esta! (Es el enlace a un PDF.)

→ ¡Consultad antes de cualquier automedicación al médico o pediatra! ←

→ ¡Y también si es la receta de la abuela o de donde sea, incluido el siguiente enlace! ←

En la página 4 de este PDF se puede encontrar las cantidades recomendadas de un preparado de Anís para administrar a bebés y niños, dependiendo de su edad y peso, sin tener que temer consecuencias adversas sobre la salud → DESPUÉS de haberlo consultado con un pediatra!

Existe otra especie más de Anís, el Anís estrellado del Japón, badiana del Japón, o Shikimi (illicium anisatum shikimi; nombre propio japonés), que está prohibido su consumo por su alta toxicidad.

Contiene el componente anisatina y sus derivatos neoanistina y pseudoanisatina, entre otros, que, administrados en pequeñas dosis (pocos miligramos bastarán!), causan rápidamente (acabo de alrededor de una hora) problemas graves neurológicos, como alucinaciones, convulsiones, perdida del conocimiento, acompañado de malfuncionamiento gastrointestinal (dolores estomacales, vómitos, diarrea), y el impacto puede ser hasta mortal por espasmos musculares y a consecuencia la parálisis completa del aparato respiratorio.

La planta es muy, muy similar a la del Anís chino, y se cultiva principalmente en Japón. Su uso como planta es meramente decorativo, y como ingrediente en medicamentos de uso exclusivamente tópico (externo y local). Se emplea además como componente en insecticidas, y - por lo aromático de sus frutos - en ceremonias se los quema en sahumerios.

Okay. Hasta aquí mismo.

Quiero terminar con una frase que ya repetí en varias ocasiones en mis artículos, pero no ha sido tan, tan importante, no podría ser tan impactante como en este caso:

→ A veces un poquito menos aporta algo más! ←

En este sentido, hasta el siguiente. Un saludo, Le Maître Cheux.

PD. ¿Y por qué no una mermelada con un ligero toque de anís y cúrcuma? ¿Alucinando? Mirad en mi Laboratorio de Mermeladas, vais a quedaros sorprendidos de la variedad de las mermeladas.

Si no encontráis ninguna que os pueda gustar es meramente porque no os gustan las mermeladas! Para todo lo demás, allí está la solución! (Más en mi TikTok account!)

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